El thriller de huérfanos contra demonios volvió en 2021 con todo menos suspense: tramas mutiladas, personajes exprés y un final en diapositivas que convirtió el hype en decepción colectiva.
La temporada 2, emitida en Fuji TV y disponible en Crunchyroll, prometía narrar la fuga de Emma y Ray por el mundo exterior. En la práctica, comprimió más de cien capítulos del manga en once entregas y pasó de 8,6 a 5,6 en MyAnimeList una semana tras el cierre.
Cada capítulo abarca volúmenes completos: el célebre arco de Goldy Pond, casi 40 capítulos impreso se resume en un viajaron, lucharon y siguieron
narrado en off. El resultado: giros sin peso emocional y escenas que desconciertan tanto a nuevos como a viejos fans.
• Goldy Pond y Lord Bayon borrados del mapa.
• Yugo y Lucas aparecen minutos, sin el trasfondo que los hace memorables.
• Final contado con diapositivas estáticas, sin clímax ni catarsis.
• Solo 11 episodios en vez de los 23 planeados; la pandemia apretó el calendario.
• Kaiu Shirai firmó guion, pero la producción relámpago impidió pulir nada.
Anime News Network habló de “potencial destrozado”. El hashtag #NeverlandS2Why fue tendencia dos días y 50 000 firmas en Change.org piden un remake. Youtubers como Gigguk y Chibi Reviews dedicaron vídeos enteros a los recortes y al ritmo frenético.
El manga dedica tres sagas al mundo exterior y al pacto humano-demonio; el anime lo liquida en minutos. Política demoníaca, mitología y flashbacks clave se sustituyen por montajes mudos que dejan un puñado de preguntas sin respuesta.
Solo un reboot o películas que adapten los arcos perdidos podrían reconciliar a la audiencia. Consejo popular: saltar al manga desde el capítulo 38 y fingir que esta temporada nunca existió.
Mi Opinión: La segunda temporada de The Promised Neverland es uno de los mayores ejemplos de potencial desperdiciado: ritmo atropellado, arcos clave en la papelera y un final digno de presentación de clase. Una promesa rota en toda regla.