El actor de voz tomó un merecido descanso temporal tras recibir ataques constantes, su agencia ahora evalúa acciones legales contundentes.
La toxicidad de las redes sociales vuelve a cobrarse una víctima en la industria del entretenimiento japonés. El conocido seiyuu Fumiyoshi Shioya ha decidido tomarse un descanso de sus actividades profesionales debido al agotamiento mental y emocional provocado por el constante acoso y los rumores falsos que circulan en línea.
La agencia de talentos Haikyo emitió un comunicado oficial anunciando la reducción temporal de las actividades de Shioya. La decisión se tomó después de que el actor de voz fuera objeto de difamaciones y ataques persistentes en plataformas como X (antes Twitter) y diversos foros en línea. La agencia no se ha quedado de brazos cruzados. Haikyo señaló que ya se encuentra en consultas con sus abogados y que tomará medidas legales estrictas contra todos aquellos que hayan difundido información falsa.
A través de su propia cuenta personal de X, Fumiyoshi Shioya se dirigió a sus seguidores para explicar la situación. El intérprete aseguró que, a pesar de la pausa, continuará trabajando en la medida de lo posible, cuidando de su salud mientras evalúa su estado físico y emocional. “Seguiré esforzándome con una cantidad razonable de trabajo”, escribió Shioya, mostrando su compromiso con su profesión a pesar de las adversidades.
Fumiyoshi Shioya es un nombre reconocido en la industria, habiendo participado en producciones populares y aclamadas. Entre sus papeles más destacados se encuentran Tamahiko Teshiro en Haikyuu!! To The Top y la reciente película Haikyuu!! The Dumpster Battle, así como Lantos en Helck y Remy en Shangri-La Frontier. También ha dado voz a Vibrato Furutru en Midnight Voitore Boys y a Riku Harita en XL Boss, además de tener papeles secundarios en animes como Kaguya-sama: Love is War, Dance Dance Danseur y The Idolm@ster SideM.
Este incidente reabre el debate sobre la protección de las figuras públicas en Japón ante el acoso en línea. Las agencias están adoptando posturas cada vez más firmes, como demuestra el caso de Haikyo y las acciones legales que planean.