La tercera temporada del héroe calvo por fin ha dado en el clavo. Tras un inicio irregular, un episodio centrado en una pelea espectacular demuestra que la serie aún puede brillar.
La serie del héroe más fuerte ha necesitado su tiempo, pero por fin lo ha conseguido. El noveno episodio de la tercera temporada de One Punch Man es, sin duda, el primero que puede calificarse como bueno de verdad. Nada de lo visto hasta ahora en esta entrega se acerca a la combinación de animación, guion y pura diversión que ofrece este capítulo. Aunque la temporada sigue estando lejos del nivel que convirtió la primera en un referente, es un alivio comprobar que la esencia de la serie no se ha perdido del todo.
El episodio se centra por completo en el choque entre Child Emperor y Phoenix Man. Este último es un antiguo trabajador de un programa infantil que se transformó en monstruo al obsesionarse con seguir usando su disfraz de mascota tras ser despedido. Este detalle es importante, ya que la serie deja de lado el recurso de las “células monstruo” y recupera una idea más interesante: la transformación surge de la obsesión y la frustración. Esto no solo encaja mejor con los temas de la serie, sino que crea un buen contraste entre los luchadores: un hombre al que le arrebataron su modesto éxito y un niño genio que nunca ha fracasado.
El combate entre Child Emperor y Phoenix Man es, con diferencia, el mejor de toda la temporada. Además de estar animado con claridad y transmitir una escala épica, el guion y el ritmo son excelentes. Logra crear una sensación de peligro real al mostrar al joven héroe usando todo su arsenal contra un oponente inesperado. La tensión sube aún más con la cuenta regresiva de su arma final, un robot gigante que pilota. El episodio incluso incluye ingenioso a los orígenes de la serie, al revelar que la sede de la Asociación de Monstruos es el antiguo hogar de los Subterráneos que Saitama derrotó en el primer episodio.
La manera en que se resuelve la espectacular pelea es tan inteligente como divertida, y está bien preparada por lo que se revela durante la batalla. Incluso Saitama tiene su momento, con un gag donde confunde a dos ninjas monstruo con simples exhibicionistas. Aunque este episodio se parece más a un shonen de acción tradicional que a lo que hizo famosa a la serie, es sin duda el más entretenido que ha ofrecido esta tercera temporada.
En resumen, esta temporada ha perdido demasiado tiempo en otros asuntos para ser recordada como excelente, pero ver un capítulo bueno de One Punch Man después de tanto tiempo es una grata sorpresa.
¿Crees que este episodio marca un cambio de rumbo para lo que queda de temporada?
